¿Para Qué Un Profesor, Un Maestro? ¿De Qué Sirve? ¿Cuál Es Su Función?
En pleno Siglo XXI, en la “Era de las comunicaciones”, supuestamente todo se encuentra en Internet, en forma paga o gratuita en muchos casos.

Pueden encontrarse métodos para casi todo lo que a uno se le ocurra, un acceso masivo a una biblioteca infinita, con datos fidedignos y a veces no tanto, o erróneos sin ir más lejos, incomprobables en su fuente y autoría o rigor científico.
Algo tan bien descripto y narrado por J.L.Borges, hace muchos años, en “La Biblioteca de Babel” y tantos otros escritos.

En mi experiencia de 20 años como docente, llego a la conclusión que en la mayoría de los casos, tener toda la información es exactamente igual a no tener nada, y que, en la mayoría de los sujetos, sólo genera un rato de consumo y al poco tiempo frustración y aburrimiento.

¿Qué falta?, ¿Qué falla?

A mi entender, lo que falta es un “Otro”.

Un “Otro” real, no virtual, que tenga ciertas características:

Que sea humano. Que tenga sensibilidad.

Que podamos confiar, en sus consejos, recomendaciones, poder de síntesis, ojo “clínico”, experiencia como docente (puede tocar bárbaro, ser famoso y no saber explicar).

Que nos observe y escuche “desde afuera”, y nos guíe en determinados momentos.

Que nos acompañe en nuestro proceso de aprendizaje, sin prisas y ansiedades, respetando nuestros tiempos, pero sin pausas extremas.

Que dosifique la cantidad de información otrorgada en cada clase, para que sea “asimilable” por el alumno, y motive pero no frustre.
Que aprender sea placentero y no una tortura.

Que pueda marcarnos errores y darnos soluciones o pistas que nos acerquen a ellas.

Que nos limite en determinados momentos cuando nos “resistimos” a aprender algo nuevo o progresar.

Que pueda aplicar toda la metodología y didáctica posibles, manuales, ejercicios, grabaciones generales etc… para nuestro nuestro caso en particular que no se parece ni tiene nada que ver con el de ningún otro alumno.

Que nos ayude a conectar con el intrumento y con “otros” tan necesarios para nuestro proceso de crecimiento y aprendizaje.

Hete aquí parte de la función del maestro, a mi entender.
Miguel Luisi
10/01/13